Hola, mi nombre es Coral, soy mujer, madre y profesora de yoga.
Mi primer contacto con el yoga fue un poco de casualidad tras probar una clase de Yoga Iyengar que me recomendó un amigo. En ese momento esta técnica me resultaba muy exigente, pero mi espíritu buscador decidió que tenía que seguir indagando. Así que luego de investigar diferentes estilos conocí el Kundalini Yoga y me enamoré de la práctica. Por primera vez en mi vida sentía que tenía algo claro.
Desde muy joven fui reflexiva y lectora, buscaba en los libros respuestas y en la filosofía y las letras el sentido de la vida, pero mis pensamientos, emociones y acciones no se encontraban y sufría.
El yoga me dio la pieza que me faltaba; la capacidad de construir lo simbólico con el cuerpo y no sólo con la mente. El descubrimiento de que las respuestas estaban dentro y no fuera de mí. Comprendí que la «educación tradicional» nos llena de información externa, pero no nos enseña a sentir ni a relacionarnos con nosotros mismos. Pasamos por años de escolarización sin tener una verdadera experiencia personal de la vida real. Y por si fuera poco, mis profesoras y profesores de yoga hablaban de amor, de respeto, de integridad, de no violencia, no como conceptos meramente teóricos sino como una forma de vida.
Movida por el sentimiento de haber descubierto algo grandioso que tenía que compartir con más gente me gradué en 2012 como profesora certificada por Yoga Alliance.
La idea de profundizar más en las raíces de la filosofía yóguica me llevó a estudiar una formación de tres años de duración sobre Ciencia Ayurveda, Medicina china y Terapia Holística.
Con un deseo de constante aprendizaje me especialicé en yoga prenatal, yoga para niños y familias, crianza consciente y educación emocional, mindfulness, anatomía y biomecánica aplicadas al yoga y actualmente soy alumna a distancia de psicología por la Uned . He completado también el programa yogui emprendedor del Instituto de Yoga para mejorar mi estrategia comunicativa profesional y ayudar en la difusión del yoga y sus beneficios.
A estas alturas puedo decir que el Yoga ha cambiado y sigue cambiando mi vida en profundidad y deseo de corazón poder inspirar a muchas personas para que sean activas en la construcción de la persona que desean ser. 